Cuando Don Chepe Montiel murió nadie en el pueblo lo podía creer, tuvieron que atornillar el ataúd y emparedarlo, en realidad murió de muerte natural, aun cuando todos esperaban que lo acribillaran en una emboscada.

Murió un miércoles a las 2.00 PM a consecuencia de una rabieta.
Casi nadie fue a su entierro, aun cuando su esposa esperaba que todo el pueblo asistiera.

Sus hijos solo enviaron telegramas de 3 páginas, ninguno de ellos prometía regresar; su hijo estaba en Alemania en un puesto consular, sus hijas en Paris.

La viuda Montiel decidió comenzar de nuevo con su vida, se encerró en su cuarto.
Debido a que José Montiel se llevó a la tumba el secreto de la combinación de la caja fuerte, tuvieron que dinamitarla para poder abrirla.

Cuando la viuda al fin acepto la muerte de su esposo, salió de su cuarto para ocuparse de la casa: le quito todos los ornamentos, forro los muebles en colores luctuosos y puso lazos fúnebres en los LA VIUDA DE MONTIELretratos del muerto.

En 2 meses de encierro adquirió la costumbre de morderse las uñas. La gente que visitaba a la viuda de Montiel empezaba a pensar que había perdido el juicio.

A veces la viuda llamaba a la muerte, ésta nunca le contestaba, también concebía pensamientos sombríos con la excusa de la muerte de su esposo.

En un tiempo José Montiel prometió en voz alta regalar al templo un San José en tamaño natural si se ganaba la lotería, gano y cumplió.

Pero Montiel pagaba 6 años de asesinatos y tropelías haciéndose millonario.

Los meses alrededor del primer aniversario de la muerte de Don José Montiel, fueron interminables y no dejaba de llover, el Sr.

Carmichael, diligente y servidor de la familia, no dejó de entrar a la casa con el paraguas abierto y por ello la viuda lo reprendía.

 el Sr. Carmichael a menudo escribía al hijo de Don Montiel, le pedía que regresara y se encargara de todo, pero el hijo se rehusaba. Las hijas de la Viuda tampoco querían regresar y la viuda se estaba quedando pobre.

Una vez sus hijas le escribieron a la viuda describiéndole un mercado de carnes en Paris, por primera vez en 2 años la viuda sonrió.

Esa noche en sus sueños vio a la Mamá Grande y le pregunto cuando iba a morir, la muerte le contestó: -cuando te empiece el cansancio del brazo- .