Para comprender el contenido de Medea conviene ilustrarnos en la vida de los dos personajes principales de esta tragedia, que fue representada en 431 a. C. es decir, Jasón y Medea. 

El primero es hijo de Esón y Almacinada, reyes de Yolcos, en Tesalia.  Esón fue destronado por Pelías, su hermano de madre. 

El oráculo predijo que un hijo de Esón arrojaría al usurpador y es por eso que Pelías en su ansia de poder insaciable, resuelve eliminar el objeto de su único temor: Jasón. 

Desde que Jasón nació, su padre hizo creer a Pelías que el niño estaba gravemente enfermo y que no podría sobrevivir.  Poco después publicó su muerte e hizo sus funerales mientras su madre le transportaba al monte Pelión, donde fue educado en todas las ciencias por el centauro Quirón, el mismo que educó a Aquiles. 

Pelías ya había dado muerte a Promaco, hermano de Jasón.  El centauro le enseñó sobre todo, medicina, lo que hizo que el joven príncipe se llamara Jasón (de una palabra griega que significa curar) en lugar de Palamedes, como al nacer. 

A los veinte años Jasón parte hacia Yolcos, y tras hacerse reconocer como hijo de Esón, pide osadamente a su tío Pelías la corona usurpada. La petición de Jasón es hecha delante de los súbditos de Pelías quienes simpatizan con Jasón. 

Pelías propone entonces una expedición gloriosa a Jasón, pero llena de peligros: La conquista del Vellocino de oro (borrego con lana de oro que nadó de Europa a Asia llevando a Frixo sobre su lomo; Frixo iba a reconquistar su trono en la Cólquida, pero fue asesinado por Eetes, quien después de cometido el crimen, mató al borrego cuya piel colgó sobre un roble). 

Su expedición es anunciada en toda Grecia y lo mejor de los héroes y príncipes acuden a Yolcos para tomar parte en ella; entre los cuales Jasón eligió los siguientes: Hércules, Euridamente, Euritión, Falero, Fano, Filoctetes, Fliante, Eufemo, Eumedonte, Euríalo, Autólico, Canto, Clitio, Corono, Actor, Areo, Ascalafo, Dascilo, Asclepio, Atalanta, Augías, Deileonte, Euríbates, Estalafio, Jasón, Acasto, Eurito, Mensio, Admeto, Etálides, Anfiarao, Sefeo, Anfión, Tifis, Anseo hijo de Neptuno, Anseo hijo de Licurgo,  Argos, Cástor, Polus, Asterión, Asterío, Augeo, Calais, Ceteo, Ceneo, Clio, Ifito, Deucalión, Equión, Ergino, Enfeo, Glauco, Idas, Linseo, Idmón, Yolao, Ificio, Laertes, Lince, Meleagro, Tideo, Mopso, Butes, Nauplio, Néstor, Periclimenos, Peleo, Filamón, Teseo, Piritoo, Orfeo, Flogio, Foco, Hilas, Hipalsimo, Ifis, Lacoonte, Leito, Laodoco, Oileo, Palemonio, Peante, Peneleo, Polideuces, Polifemo, Príaso, Talao, Talamón, Yalmeno y Zetes.  

RESUMEN MEDEA - EuripidesEl hábil artesano Argos de Tespis construyó el mayor navío que jamás había surcado los sinuosos mares griegos.

El navío se llamó entonces “Argos”, y sus tripulantes argonautas.  Después de un largo viaje los argonautas llegaron a Cólquida. 

Tuvieron que cruzar el Bósforo, en cuyo extremo había dos rocas llamadas las Simplegades, que eran muy peligrosas de atravesar ya que continuamente chocaban entre sí. 

Jasón en el proyecto conoce a Medea, quien lo ayudará en la difícil empresa. 

Medea es una hechicera que le da un ungüento contra el fuego para que se lo coloque en todo el cuerpo, y así, sea capaz de enyugar a los toros con patas de bronce y que respiraban fuego, que necesita para arar el campo que Eetes le había solicitado arar a cambio del Vellocino de Oro. 

Eetes no cumplió su palabra, y antes esta situación, Medea durmió al dragón que custodiaba el Vellocino, y huyen con él, llevándose consigo además, a su hermano Apsirto. 

Perseguido por las huestes de Eetes, Medea da muerte a su hermano y lo despedaza para luego arrojar sus restos al mar para  retrasar a sus perseguidores; Apsirto muere sin llegar a comprender lo que sucede. 

El pronto ensangrentado detiene a los perseguidores, que reconociendo al hijo de Eetes, recogen sus restos y le dan sepultura.  Al regresar a Yolcos, Pelías se niega a entregar el trono usurpado. 

Ante este imprevisto, Medea finge ser una sacerdotisa de Artemis y consigue que Hipótoe, Pelopia y Pisídice, hijas de Pelías (Alcestis no quiso participar), tras una demostración hecha por ella misma con un cordero viejo que se torna joven, descuarticen y hiervan a su padre en un caldero, esperando rejuvenecerlo. 

El experimento fracasa y muere Pelías.  Acasto, hijo de Pelías, destierra a Medea y a Jasón.  Asentados en Corinto viven felizmente, llegando a tener dos hijos, Feres y Meremero. 

Pero aparece en escena Creusa, hija de Creonte, rey de Corinto.  Jasón lejos de corresponder a los sacrificios de su mujer cuando lo ayudó a capturar el Vellocino de Oro, va cediendo al amor que le inspira Creusa y también por motivos de conveniencia personal, logra que Creonte dé su asentimiento para celebrar sus segundas nupcias. 

Creonte conociendo el carácter vindicativo y vehemente de Medea, ya famosa por su crueldad y sus mágicas artes, decreta su destierro inmediato al igual que el de sus dos hijos. 

Medea logra convencer a Jasón para que interceda ante su futuro suegro para que sus hijos sean exonerados de tan dura pena; le dice que ella ya está resignada a su suerte, y que en unos días partirá al destierro. 

Creonte consiente en aplazar su destierro.  Medea aprovechó esta tregua aparente y fingiendo aún más su resignación ante los hechos, regala una diadema de oro y un riquísimo peplo a Creusa. 

Ambos dones estaban envueltos en eficacísimo veneno, que matan a Creusa y a su padre cuando va a socorrerla.  Los  encargados de llevar el nefando presente fueron los hijos de Jasón. 

No contenta con esto, degüella a sus hijos, pues, bien sabe que ellos son lo que más ama Jasón en su vida.  Antes de huir, Medea logra hablar con Jasón y le increpa que él es el único culpable de todas  las desgracias que le aquejan, tanto a él como a ella. 
Finalmente Medea huye a Atenas en un carro tirado por caballos alados, que le había regalado su abuelo el Sol. 

En Atenas se desposa con el rey Egeo, de quien tiene un hijo de nombre Medo, pero también se ve obligada a abandonar esta ciudad por haber maquinado la muerte de Teseo. 

De Atenas vuelve, acompañada por su hijo Medo, a la Cólquida, donde con ayuda de sus hechizos, consigue reponer en el trono a su padre, después de haber dado muerte al usurpador Perses, la leyenda, finalmente nos presenta a Medea en los Campos Elíseos en compañía de Aquiles, a quien había tomado por esposo. 

Por otro lado, Jasón, abandonado de los dioses por no haber respetado el juramento de fidelidad hecho a Medea, encontró la muerte al derrumbarse parte del maderamen de la nave “Argos”, junto al cual dormía. 

Los violentos sentimientos del odio y la venganza alcanzan en esta obra una dimensión trágica insuperable. 

Si las tragedias de Esquilo y Sófocles enfrentan siempre a los dioses con los hombres en un contrate dramático, las de Eurípides sólo se ocupan de problemas humanos. 

Consideraba a los dioses como poderes ciegos y destructores y, a veces, ficciones engañosas.”