RESUMEN DE LA OBRA PLATERO Y YO DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Argumento del libro "Platero y Yo".
El escritor quien es el narrador y protagonista de la obra relata su vida en Moguer, la ciudad donde nació, y de su relación con un burrito plateado al que bautiza con el nombre de "Platero".

La obra transcurre durante 1 año y, en este tiempo, el narrador describe diferentes anécdotas que tienen lugar cuando pasea con su gran amigo.

Las personas del pueblo lo ven como un ser extraño ya que esta vestido de negro y siempre anda con su burro por la ciudad.

Al narrador le llaman "loco" por tener de amigo a un burro, pero es que Platero gusta a todo el mundo: los niños siempre quieren estar encima del animal, le acarician, le dan de comer...

En su recorrido por la ciudad comienza a apreciar la belleza de los paisajes, de su naturaleza y como van pasando las estaciones climáticas, ve al resto de las personas, las paredes de piedra, los muros, los prados y árboles y el resto de los animales, los cuales va viendo reunidos en diversas tareas del campo.

 PLATERO Y YO
Al ser animales sin mucha gracia, el autor quiso plasmar en el mismo la ventaja de ver sus grandes ojos y largas pestañas para mostrar la belleza del animal a través de la pureza de su mirada, se plasma en uno de sus capítulos como echaron de una casa a una yegua que estaba ciega, pero esta se empeñaba en regresar a la misma, hasta que sus dueños terminan matándola a través de piedras y palos.

Platero y su dueño caminan y ven a la yegua muerta al lado del camino, este le promete a su bello burrito que cuando muera, él no lo abandonara al lado de un camino o carretera sino que lo enterrara a los pies de un gran pino, por el cual ellos pasaban.

Las miradas del hombre y del burro hacen que entre ellos surja el vínculo de unión entre los dos seres: “de vez en cuando Platero deja de comer… y me mira y yo de vez en cuando dejo de leer y lo miro”.

El hombre se comienza a comportar como Platero, alegre y afectuoso como si de un niño se tratara al lado de una mascota como un perro o un gato.

Al final Platero muere, por haberse tomado un veneno, pero su vida es corta, la vida de los burros es muy corta y él ya estaba llegando a su límit.

Es la lección más dura de la obra la aceptación de la muerte de algo que no es querido. Se habla en uno de sus últimos capítulos como lo enterró su dueño tal como se lo prometió, y este sigue hablando con Platero aunque este ya no se encuentre con él.