Considerada la mejor novela argentina del siglo XX, Sobre héroes y tumbas, publicada en 1961, consagró a Ernesto Sábato como escritor universal. 

En sus páginas indagó "las verdades últimas (y muchas veces atroces) que hay en el subsuelo del hombre"; tradujo sus obsesiones más autobiográficas a las reflexiones sobre la historia nacional y profundizó la investigación de la relación entre la conciencia y el mundo exterior al sujeto. 

La novela muestra a los últimos representantes de una familia oligárquica venida a menos, en la que se intercala la trágica historia de los seguidores del general Lavalle que una vez derrotados llevaron el cuerpo muerto de su jefe al exilio. 

Por un lado, Martín y Alejandra, que viven una relación tortuosa y atormentada, incapaces de escapar a un turbio destino: la genéticamente predisposición de la familia de ella a la locura. 

Por otro, la historia de un incesto brutal y la asfixiante atmósfera en la que se debaten sus protagonistas. 

Pero esta suma novelesca narra mucho más: Sobre héroes y tumbas cuenta la invención de una trama siniestra protagonizada por una apócrifa organización de ciegos y, además, la necesaria decisión de huir a la Patagonia en busca de un renacimiento vital, de una nueva oportunidad. 
Historias paralelas, ominosas, circulares, turbadoras, concéntricas (a lo Faulkner, a lo Dostoievski, a lo Kafka); conjunto épico-coral, drama de la salvación, escalofriante y demoníaco, con esta obra Sábato encontró la posibilidad de dar vida a los fantasmas ya míticos de nuestra literatura: Fernando Vidal, Alejandra, Martín, Bruno y Lavalle.