Un pequeño burgués hace parte de una trilogía de evocaciones, impresiones y recuerdos de la vida propia del autor.

Las partes son independientes entre sí, pero es factible considerarlas dentro de una unidad y de un referente central.

Dentro de esta obra se encuentra la famosa parte del libro una historia francesa el que se puede, apreciar las vicisitudes de la vida francesa de la posguerra y de la guerra también.

Allí se alterna desde la confesión intima hasta el análisis crudo de la devastación ocurrida por la confrontación bélica.

Es un análisis lucido, existente y existencialmente vivido.

La obra tiene como personaje central a un joven burgués de 36 años.

De una clase social más bien provinciana, pero que ha cultivado la letras y la cultura general.

Ante un advenimiento de una enfermedad cardiaca repentina, el protagonista se cierra en una minuciosa y dolorosa reflexión sobre el ser mismo;

alude a largas evocaciones, tortuosos análisis sobre la condición humana, objeciones a los sistemas políticos y sociales, la inmanencia de la muerte,

la experiencia de las enfermedades y muchos privilegios de clase, que los condena pero así mismo no puede de salir de ellos.

Es un auto retrato psicológico y moral de un joven burgués.

Francisco Nourissier escogiendo a un hombre refinado, culto y de buenos modales nos ha tratado de mostrar los alcances y los límites de una clase social;

desde su interior mismo escruta perjuicios, mostrando un trasfondo moral que se presenta escondido bajo las apariencias y las convenciones sociales.

El autor deja entrever a través de su protagonista la masificación de las costumbres, la tecnología que avasalla al ser; especialmente nos muestra la incapacidad del individualismo burgués frente a la velocidad y el ritmo de los cambios que se operan.